No os perdáis el estupendo reportaje que emitió hace poco Televisión Española: "Comprar, tirar, comprar", que nos cuenta cómo, desde hace mucho tiempo, los productos están diseñados para tener una fecha de caducidad, de manera que tengamos que tirarlo y comprar otro. Así se fomenta el consumo y se favorece el crecimiento sin límites en el que se basa nuestra economía.
El reportaje da ejemplos muy claros de obsolescencia programada. Quizá el más importante de ellos sea la bombilla incandescente.
Baterías que se 'mueren' a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas... ¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos? ¿Quieres saber dónde terminan?
Aquel que piense que se puede crecer infinitamente en un mundo finito, o es un insensato o es economista.
Tertulia sobre la caducidad programada (No es un Día Cualquiera)
Una bombilla, en los orígenes de la obsolescencia programada
Las pruebas documentales
En 1911 se anunciaban bombillas con una duración certificada de 2500 horas pero en 1924 los principales fabricantes pactaron limitar su vida útil a 1000.
El cártel que firmó este pacto, llamado Phoebus, oficialmente nunca existió pero en 'Comprar, tirar, comprar' se nos muestran pruebas documentales del mismo como origen de la obsolescencia programada.
Una bombilla centenaria
En Livermore, California, encontramos la bombilla más antigua del mundo.
Encendida sin interrupción desde 1901, está en internet 24 horas al día. De momento se han agotado ya dos webcams y la bombilla va por la tercera.
La directora responde
Cosima Dannoritzer respondió las preguntas de los usuarios. Relee la charla
"Comprar, tirar, comprar" en "Asuntos Propios"
Joan Úbeda y Cosima Dannoritzer, productor y directora del documental, nos hablan de la trastienda de su trabajo
Más información en la web de RTVE.